Raviolis de setas y gambas

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Ingredientes para 6 personas

2 paquetes de raviolis de setas de pasta fresca, marca El Gallo o similar. Para la salsa: 1/2 dl de aceite de oliva. 1 cebolla. 2 dientes de ajo. 1 cucharadita de harina. Una pizca de pimentón. 2 vasos de leche. 1/2 hoja de lima. Una pizca de jengibre rallado. 100 gr de gambas. Queso parmesano en virutas.

Preparar primero la salsa ya que los raviolis al ser de pasta fresca se cuecen muy rápido. Pelar y picar la cebolla bien menuda y los dientes de ajo. En una sartén poner un chorreón de aceite y cuando esté caliente poner la cebolla y el ajo. Cuando empiece a dorar poner la harina y el pimentón, remover y enseguida poner la leche y seguir removiendo. Salpimentar y añadir la hoja de lima y el jengibre rallado. Cuando se vea bien trabada la salsa, añadir las gambas peladas, darle un último hervor y ya está lista.

Entre tanto tenemos que haber cocido los raviolis en abundante agua con un poco de sal. De modo que servimos la salsa en los platos y encima colocamos los raviolis recién cocidos, sirviendo aparte el queso rallado para que cada cual se ponga a su gusto. Tambien se pueden espolvorear con albahaca seca o fresca si se tiene.

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Ajoblanco

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Ingredientes para 4 personas

200 gr. de almendra cruda molida. 1 diente pequeño de ajo. 100 gr de pan blanco remojado. Leche. 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, muy suave. 2 cucharadas de vinagre de manzana. Sal. Uvas.

Esta es una exquisita y refinada sopa fría muy común en Málaga y Granada. El secreto está en no pasarse con el ajo y el aceite que ocultarían el delicado sabor de la almendra. Por ello se debe poner muy poca cantidad de estos ingredientes de sabor fuerte. Si se acierta es de los platos de verano más refrescantes y deliciosos.

Poner en el vaso de la batidora el aceite, el vinagre, la sal, el pan escurrido, la almendra ya molida y el ajo. Batir hasta que se haga una crema. Añadir poco a poco la leche con un poco de sal e ir batiendo hasta obtener una sopa no muy espesa pero con consistencia. Añadir unos cubitos de hielo y ponerlo al frigorífico. Servir muy fría en cuencos poniendo las uvas peladas en el fondo de los mismos.