Ingredientes para 4 personas
2 docenas de ostras. 3 limones
Como es sabido las ostras se suelen comer crudas, aunque hay quienes, por prevención o por otras causas las preparan al horno. En este caso se han preparado crudas y servidas con trozos de limón para poner su jugo en cada una de ellas. Tomadas para aperitivo con un cava muy frío o mejor con un buen vino blanco, igualmente muy frío, seco o afrutado, son insuperables.
La única dificultad está en abrirlas ya que la ostra debe estar viva. Si no se tiene la herramienta adecuada puede ser una pesadilla. Si se puede, hay que utilizar una navajita especial para abrirlas, tal como aparece en la imágen. Si no se tiene, utilizar un cuchillo de cocina pequeño. Procurar ponerse guantes o protegerse la mano con un paño de cocina. Colocar la ostra en la mano que se ha protegido con el paño, con la concha plana mirando hacia arriba y el vértice dando a la muñeca. Con la otra mano meter la navajita lo más pegada posible a la concha plana y pasarla a lo largo de la concha hasta cortar el músculo que sujeta las dos valvas. Una vez cortado el músculo la ostra se abre con toda facilidad. Para comerla utilizar a ser posible un tenedor pequeño y robusto, con curvatura suficiente para poder desprender bien la ostra y llevarla a la boca toda entera.